jueves, 1 de abril de 2010

No pienses en verde

Para despejarme salí a dar un paseo pero sentía que mis piernas tenían hormigas y, por eso, no caminé demasiado, sólo unas cuadritas hasta esa calle adoquinada que tanto me gusta. Las vueltas que entonces daba mi cabeza giraban alrededor de los colores del arcoiris. Tengan en cuenta que no se trataba de una experiencia psicodélica, sino del efecto del descongestivo que me había tomado un par de horas antes. Fue entonces cuando a lo lejos, como a cincuenta metros, ví un cartel rosa, muy rosa, que me aconsejaba: Think Pink. En ese mismo instante, todo comenzó a dar vueltas de manera mucho más vertiginosa por la sinusitis que todavía me aprieta la naríz y me comprime el cuero cabelludo, potenciada, agudizada y llevada al paroxismo por las estridencias del vestido en tonos verdes cuasi fosforescentes que encontré en la vidriera de aquel local. ¡Cuántas ganas tenía de poseerlo, de llevarlo y admirarlo!. Pero, aunque ni mi madre ni mi analista lo crean, aquella idea de "pensar en rosa" fue mucho más fuerte, me permitió proseguir el paseo y ubicar un hermoso café donde pasar las siguientes dos horas de mi tarde palermitana con los apuntes de la materia de turno: ¡Chapeau, Cecile!

1 comentario:

  1. Me gusta como escribís. Deberías hacerlo más. Hay personas que podrían valorarlo. =). Besote.

    Adrián.

    ResponderEliminar

Seguidores

Datos personales