miércoles, 10 de marzo de 2010

Nouvelle Vague

Vaguedad de un sueño insoportable. No quería pensar, sólo tenía fuerzas para dejar que mi mente corriera hacia el bálsamo del onirismo. Fue entonces cuando se juntaron el gordo que estudió para chef, mi amiga de la infancia que iba conmigo a danzas, dos chicas rubias que tenían el pelo tan lacio...


Yo me quedaba escuchándolos porque, inesperadamente, tenían temas para hablar juntos. Balbucearon mi nombre pero yo no pude identificarlo hasta que mi amiga de la infancia me llamó: "C, no te hagas la distraída. Esto tiene que ver con vos."

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