Por supuesto, había que tener en cuenta la experiencia de ser y devenir un pez para entender este núcleo pulsional que somos frente a los demás.
Fue entonces reveladora la forma en que a mis manos llegó Strange Fish para mostrarme lo interesante de hundirse en el mar (fondo sin fondo de lo humano) y una vez allí, casi ahogándome, salir a la superficie y dar ese nuevo respiro de quasi resurrección.
Todo esto, después de haberme echado a rodar entre las piedras que rodeaban mi cama...
¡Gracias Lloyd Newson y DV8!
The Art Institute Of Pittsburgh Online Division
Hace 3 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario